Las ciudades inteligentes utilizan tecnologías avanzadas para mejorar la vida urbana, pero el procesamiento de datos personales plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad. La Legislación de Protección de Datos establece normas y transparencia. Las buenas prácticas, la privacidad desde el diseño y las evaluaciones de impacto son esenciales para garantizar que las innovaciones sean seguras, éticas y respeten los derechos de los ciudadanos.
por Carolina Teófilo, cecilia helena de castro e Jean Carlo Jacichen Luz, Socio, NP3 DPO Manager y abogado de Peck Advogados respectivamente.
Las llamadas ciudades inteligentes (Ciudades inteligentes) se basan en una serie de tecnologías avanzadas como el Internet de las cosas (IoT), el análisis de datos y la inteligencia artificial (IA) y tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y optimizar las operaciones urbanas con reducciones de costes.
La operacionalización a menudo depende del procesamiento de datos individuales, lo que puede implicar riesgos de efectos nocivos para los derechos humanos, involucrando tecnologías que pueden usarse con fines de vigilancia. Por tanto, el procesamiento de datos en las ciudades inteligentes plantea dudas sobre la privacidad y la seguridad de la información.
Por lo tanto, la legislación de protección de datos personales, en Brasil y en el mundo, determina principios y reglas, derechos y deberes que guían estas actividades de procesamiento y que son monitoreados por las autoridades como una forma de mitigar riesgos, establecer una relación de confianza con los ciudadanos y actuar responsablemente. y éticamente.
Autoridades de la ciudad inteligente (Ciudades inteligentes) debe ser transparente con los ciudadanos con respecto al procesamiento de datos, procesar solo los datos necesarios para lograr sus propósitos y garantizar que los ciudadanos conozcan los datos involucrados en las operaciones de la ciudad.
Para asegurar que estos recursos tecnológicos no comprometan los derechos y la seguridad de las personas cumpliendo con los requisitos legales, deben promover la adopción de buenas prácticas que garanticen los pilares de la seguridad de la información (confidencialidad, integridad y disponibilidad).
Por lo tanto, la ideación y desarrollo de un proyecto puede verse favorecido por el uso de metodologías y herramientas que adopten un enfoque de privacidad por diseño, es decir, el cumplimiento de los requisitos de privacidad y seguridad desde las etapas iniciales.
Además, es importante que las autoridades de las ciudades inteligentes (Ciudades inteligentes) realizar evaluaciones de impacto sobre los ciudadanos, especialmente en lo que respecta al procesamiento de datos personales considerados de alto riesgo, como el procesamiento masivo de información, el uso de tecnologías innovadoras y emergentes, la vigilancia o control de áreas accesibles al público y el procesamiento de datos personales sensibles, tales como como biometría y salud.
La aplicación de estas herramientas basadas en la privacidad permite verificar de antemano las implicaciones de los proyectos que apuntan a mejorar el medio ambiente urbano, permitiendo ajustes en el rumbo de su desarrollo para que sean, de hecho, sostenibles, responsables y éticos. Las innovaciones deben planificarse y ejecutarse de manera que se priorice la seguridad de las relaciones y el respeto a la privacidad.
fuente: SocioVentas